El jamón está en todas partes. Y es fácil decir por qué: el jamón húmedo, salado y, a menudo, un poco dulce, es delicioso. Pero no siempre es compatible con la dieta keto. La carne en sí no contiene carbohidratos, pero la mayoría del jamón viene con mucho azúcar.
Cuando decimos azúcar añadido, no nos referimos a algunos carbohidratos traza. El jamón curado con miel típico contiene de 2 a 4 g de carbohidratos por cada porción de dos lonchas, y el jamón glaseado tiene aún más carbohidratos. Limitado a ocasiones especiales, el jamón curado con miel es inofensivo, pero comerlo regularmente te va a sacar de la cetosis.
Para evitar carbohidratos adicionales, busca jamón sin curar con miel o similar. Por ejemplo, el jamón cocido extra de la popular marca Tarradellas, tiene tan sólo 0.9 g de carbohidratos netos por cada 100 g de producto. Lo cual lo mantienen como una buena opción. Por lo tanto, lo recomendable aquí claramente es guiarse por las etiquetas.
Dejando de lado los carbohidratos, el jamón está lleno de vitaminas y nutrientes. Una sola porción contiene el 23% de su dosis diaria recomendada de zinc, que tu cuerpo utiliza para regular la función inmune, curar heridas e incluso luchar contra el resfriado común. Cada porción de jamón también proporciona el 53% de tu requerimiento diario de selenio, que es necesario para la producción de hormonas.
Hay más cosas que hacer con el jamón cocido que simplemente sándwiches. Mézclalo con huevos, queso y tomates para hacer un delicioso quiche. O agrega jamón a tu ensalada favorita. Si aun no se te ocurre nada, prueba algunos de estas excelentes recetas keto con jamón cocido.
Información nutricional
Tamaño de la porción: 2 rebanadas
Nombre | Valor |
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Carbohidratos netos | 1.3 g |
Grasas | 4.9 g |
Proteína | 9.3 g |
Carbohidratos totales | 2,0 g |
Fibra | 0,7 g |
Calorías | 92 |
Fuente: USDA