Para los que siguen una dieta cetogénica, las restricciones sobre los frijoles son un golpe demoledor. Casi todas las variedades de frijoles están cargadas de carbohidratos, lo que anula gran parte de la cocina latinoamericana y los clásicos estadounidenses como el chile de tres frijoles o los frijoles ‘n franks’. Pero justo cuando pensabas que se había perdido toda esperanza, surge un héroe entre los frijoles: El frijol de soja negro.
A diferencia de otras variedades de frijol con almidón como las habas o los frijoles negros, los frijoles de soja negros son tremendamente bajos en carbohidratos, con solo 1 g de carbohidratos netos por porción de media taza. No solo eso, sino que contienen 6 g de grasa y 11 gramos de proteína. Son más firmes que los frijoles negros normales, por lo que una forma muy popular para comerlos es agregarlos al chile o hacer frijoles refritos.