El aceite de maíz es una grasa poliinsaturada procesada. Esta es una de las “grasas malas” que debes evitar en tu dieta keto.
El procesamiento requerido para producir aceite de maíz agrega radicales libres y grasas trans artificiales, que son perjudiciales para tu salud.
Es mejor que te acerques a otras opciones keto compatibles como son el aceite de coco, aceite de oliva virgen extra o aceite de palma.