El aspartamo es uno de los edulcorantes artificiales más frecuentes en EE. UU. en lo que a alimentos bajos en calorías se refiere.
Un paquete de un edulcorante fabricado a base de aspartamo contiene típicamente solo 0,9 g de hidratos de carbono netos y menos de una caloría. Gracias a esto los fabricantes de alimentos agregan aspartamo a muchos productos sin azúcar. Entre ellos, una de las bebidas más conocidas como la Coca-Cola Light.
Hace unos años la imagen del aspartamo quedó altamente manchada y se elevó una especie de alarma social respecto del mismo el cual aseguraba la gente que su consumo podía causar cáncer. El principal causante de esto fue un estudio italiano realizado con ratas que apuntaba a un posible vínculo entre el edulcorante y un mayor riesgo de cánceres relacionados con la sangre, pero múltiples estudios posteriores en humanos contradicen estos resultados. Por lo que finalmente, la FDA descubrió que es un edulcorante totalmente seguro para usar en alimentos y bebidas. La FDA si llegó a advertir que aquellas personas que padecen una extrañísima enfermedad hereditaria llamada fenilketonuria (PKU) deben evitar el consumo de aspartamo, debido a que su organismo no puede metabolizarlo.
El aspartamo es un edulcorante que puede ser complicado de adquirir en España en formato edulcorante, por lo que la opción más recomendable realmente es apostar por edulcorantes keto más naturales como por ejemplo, la stevia.